D. Aniceto regentó su oficina de farmacia durante más de cuarenta años, hasta el año 1985, cuando decide vender a la edad de 70 años su adorada farmacia a un joven matrimonio de farmacéuticos formado por Dña. Ascensión Fuentes Fernández y D. Manuel Fernández González, naturales de Granada y Adra respectivamente, con 33 años cada uno y, de nuevo, licenciados por la Universidad de Granada.
Una nueva generación
Es la España de la joven democracia, el PSOE apenas lleva dos años de gobierno, hemos celebrado un mundial de fútbol con gran éxito organizativo y Barcelona y Sevilla son serias candidatas para organizar los Juegos Olímpicos y la Exposición Universal. En este ambiente de optimismo y renovación los nuevos farmacéuticos emprenden cambios y mejoras en la clásica oficina de farmacia que acaban de adquirir.
Las viejas estanterías de madera se sustituyen por un sistema de cajoneras que ahorran espacio y tiempo, se renuevan los carteles y se instalan luminosos nuevos en la fachada, así mismo se implementa un espacio específico para los medicamentos y productos veterinarios aprovechando el flujo de ganaderos que acuden al Mercado Central a vender sus piezas recién sacrificadas en el Mercado Central. Se cambia el antiguo mobiliario de madera oscura por uno más moderno de color blanco y se exponen los productos de parafarmacia en vitrinas de cristal.
Por contra, siguiendo la tendencia nacional, el laboratorio de la primera planta recibe cada vez menos trabajo, manteniendo sólo una cierta actividad preparando perfumes, que la propia farmacia vendía, alguna formula magistral que viniese prescrita y los preparados oficinales. Es por ello que la primera planta cada vez es más almacén y cada vez menos laboratorio.
Así, después de unos años de trabajo y bonanza económica en la provincia (es en estos últimos años del siglo XX cuando termina de explotar la dimensión internacional del modelo de agricultura intensiva del poniente almeriense) se produce el cambio de siglo y de milenio. La ciudad se encuentra inmersa en cantidad de obras e infraestructuras nuevas para atajar el nuevo siglo y nuestro propio evento internacional (los Juegos Mediterráneos Almería 2005).